Ser padre implica cumplir muchas funciones que van más allá de cuidar a los hijos. Los padres planifican y organizan eventos y los hacen posibles. Preparan comidas con anticipación, organizan actividades creativas y arreglan rápido las cosas cuando se rompen. Están presentes cada día para sus hijos de muchas maneras diferentes. Estas son algunas formas en que puede pedir ayuda a sus amigos, a sus familiares y a la comunidad cuando la necesite, para que usted y sus hijos puedan desarrollar la resiliencia que necesitan para prosperar.

Cuando está dando lo mejor de sí para ser un buen padre, hay muchas razones por las que quizá no quiera admitir que necesita ayuda. Quizá piense que sería una carga para sus amigos y familiares si les pidiera ayuda, o que debería poder tener todo bajo control. Quizá sienta que ha fracasado, que los demás le juzgarán o que el resto de las responsabilidades son demasiado para usted. Recuerde que siempre habrá alguien para ayudar, y que hay muchos tipos diferentes de recursos y apoyo disponibles para usted. No tienen por qué ser caros o complejos o llevar mucho tiempo.

Intente escribir un diario para tener una mejor idea de sus pensamientos y sentimientos y para aclarar sus necesidades. Considere qué tipo de apoyo sería más útil específicamente para usted y quién podría dárselo. ¿Necesita consejos para la crianza de sus amigos y familiares, asesoramiento de un profesional de la salud mental o acceso a una niñera constante? Escríbalo todo.

Ya ha identificado sus necesidades y las personas de su comunidad que le ayudarán a satisfacerlas. El paso siguiente es pensar en tareas concretas y posibles para las personas con las que se pondrá en contacto. Esta parte es especialmente importante si las personas a las que pedirá ayuda no son familiares. Haga que sea más fácil para los demás brindarle ayuda.

Por ejemplo, puede pedirle a un amigo que cuide a sus hijos una noche a la semana o establecer un cronograma para que sus amigos y familiares le traigan comidas. Quizá le resulte útil pedirle a su pareja ayuda con las tareas domésticas. O puede preguntarles a sus amigos y familiares sobre sus experiencias con los desafíos a los que se está enfrentando ahora. Programe una cita con un psicólogo o con un asesor de salud mental si considera que le resultaría útil.

Puede elegir a alguien a quien delegarle tareas, responsabilidades y comunicaciones. O puede configurar un calendario compartido en el que las personas puedan anotarse para cuidar a sus hijos o ayudar con las tareas de la casa.

Ya terminó el arduo trabajo de pensar y priorizar. Póngase en contacto con otra persona de su red sin miedo y confíe en que le dará una mano. Consulte la lista que haya armado para decidir a quién contactar primero y cuándo. Piense en cómo le resulta más cómodo comunicar sus necesidades — ¿por mensaje de texto, mediante una llamada telefónica o en una reunión en persona?

Es posible que sea necesario hacer un seguimiento de las personas con las que ya se haya puesto en contacto. Es posible que sienta vergüenza, pero la vida a veces se complica. No tenga miedo de insistir cuando alguien no haya cumplido con algo que prometió. Si es una persona con la que puede contar para darle apoyo, estará encantada de que se lo haya recordado.

Tener el valor de conectarse con su comunidad hará que sea más fácil centrarse en ser el increíble padre que quiere ser. Si sus hijos ven que usted sabe pedir ayuda, ellos también aprenderán a pedirla cuando la necesiten. También le permitirá a usted crear conexiones más profundas con su familia, sus amigos, sus conocidos y una comunidad más amplia. Al igual que una casa que necesita una base sólida para sostener a sus miembros, usted también necesita esa base sólida para apoyar a su familia. Estos sencillos consejos le ayudarán a hacer exactamente eso, para que pueda mejorar el bienestar de sus hijos, la calidad de su vida familiar y todo su potencial como padre.